miércoles, 13 de mayo de 2015

El camino a la MIM



No ha sido nada fácil, después de varios intentos en carreras largas de más de 60 kilómetros, ya sea por una mala estrategia, problemas como el calor o problemas digestivos, Jordi Jorro, corredor de montaña, no podía hacerse con estas distancias.

Este era el objetivo, que teníamos marcado, teníamos que acabar un ultra trail, así que pusimos fecha y nombre a ese objetivo: 9 de mayo de 2015, en la MIM de Penyagolosa.

A la hora de planificar la temporada, nos encontramos con que Jordi, era un corredor que tenía una excelente potencia aeróbica, ya que antiguamente provenía del atletismo en pista, donde corría en distancias de medio fondo como el 1500 o el 3000, pero cuando empezábamos a sumar km tenía un problema que llegaba totalmente extenuado en las ultimas partes tanto de entrenamientos como de competiciones largas.

Así que nos pusimos manos a la obra, íbamos a potenciar mucho las zonas aeróbicas extensivas (Zona 0 y Zona 1), con rodajes muy lentos que adaptaran su cuerpo a esas necesidades fisiológicas. El primer test, que nos marcamos con las zonas bajas, fue el maratón de Castellón, así que después de rodar muchos kilómetros, veía que era capaz de ir más rápido, pero con sus pulsaciones más bajas, algo realmente positivo, ya que le permitía hacer un rodaje de 120’ o 150’, acabando con muy buenas sensaciones y sin notar esa fatiga que le provocaba anteriormente.

La primera parte de la temporada, estaba muy encarada a mejorar los niveles de la Z1 (2º casilla), donde existían muchos rodajes en llano asi como fartleks, ganando la tolerancia a los cambios de ritmo en Z1 y Z2 muy comunes en la montaña. Algunas carreras como preparación a ritmo controlado, y a principio del mes de diciembre la maraton de Castellón
La maratón llego, no fue una marca increíble, pero sí que acabo con muy buenas sensaciones y algo que nunca le había pasado, ya que pudo aumentar el ritmo en los últimos km,por lo que íbamos en buen camino.

Una vez pasadas las navidades, nos metíamos en la temporada específica. Las salidas por montaña junto con las medias maratones de los meses de enero y febrero, tomaron protagonismo, con resultados tanto positivos como negativos.

A finales de febrero, se disputo Infern Trail de 39 km (1900+), ya era un reto serio, era un buen examen para ver cómo iba avanzando la temporada. El resultado, muy bueno, acabo con fuerza llegando por debajo de las cinco horas y disfrutando en carrera.

El mes de marzo, estábamos metidos en los entrenos largos más específicos de montaña, sumado varios fines de semana salidas en sábado y domingo sumando hasta 5 horas o una salida de 30 km con una carrera popular y lluvia de por medio.

Segunda parte de la temporada, mucho mas especifica, saliendo casi todos los fines de semana a la montaña. La intensidad, aumenta considerablemente a cada semana que nos acercamos, se puede apreciar mas protagonismo en las zonas 2 y 3.
Muchos pensareis, para hacer una carrera de tantos km, habrá que hacer muchos entrenos largos de muchas horas, pues no. Una de los factores clave es la densidad, es decir el numero de entrenamientos en relación al tiempo. El objetivo, ese efecto sumatorio y sus múltiples beneficios que conseguimos con el entrenamiento. Muchos fines de semana se sumaban hasta 3 sesiones de entrenamiento, con diferentes objetivos como:

Viernes tarde
120' Trail con 400+ subidas en zona 2 y bajadas en zona 1 ( 18 Km)

Sábado tarde
Carrera asfalto 10 km en Zona 2

Domingo mañana
180' Trail con 1000+ subidas en zona 1, bajadas en zona 0 (23 km)

En total en menos 40 horas acumulábamos 51 km, a diferentes intensidades

A falta de un mes, llegaba el último test antes del examen final, fuimos a Riopar, a disputar el desafío Lurbel de 45 km (2500+), este ya era un reto más difícil, con varias subidas con mucho desnivel. En esta carrera pude correr con él, y ver cómo dosifico sus fuerzas en toda la carrera así como adelantaba a infinidad de corredores, llegando con fuerza hasta los metros finales.

Un par de semanas de impacto, con sus respectivas y queridas Series W, y el día llego. La estrategia estaba clara, correr de menos a más, controlando en todo momento la nutrición como la hidratación, sabíamos que iba a ser un día caluroso.

El objetivo estaba claro, había que salir a un ritmo fácil, por ello hasta el km 25, utilizaba una zona 0 alta, que le permitía ahorrar mucha energía para lo que venia después. A partir del 30, se observa que entra en zona 1. En el 45-50, continua subiendo hasta la zona 2 y en la ultima parte empieza a notarse la fatiga, ya que el pulso empieza a bajar.
Desde el primer control en el km 14 que iba en la posición 723, llega a Penyagolosa en la posición 229, adelantando a 500 corredores en 50 km
Ahora, toca un buen y merecido descanso y a pensar en nuevos objetivos para el próximo futuro.

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